--------C A L A V E R A - TV--------P O R T E R------------

lunes, 3 de diciembre de 2007

Pinches Peseras

David Cuellar


Viajar en pesera es una de las aventuras mas extremas que se pueden tener en Matamoros. Por apenas 5 pesos puedes disfrutar de todas las maravillas que nuestra cultura fronteriza puede ofrecer. Unidades (así las llaman los que viven en ese medio, yo solo las llamo “inches peseras”) importadas de los yonkes mas pinches del otro lado, las acondicionan para transportar lo que sea, menos seres humanos, le quitan todos los asientos y los reacomodan de manera que entre mas “pasaje” (entiéndase por “pasaje”: wey que no tiene carro y tiene que pagar 5 pesos por subirse) no importa que la posición en la que tenga que viajar el “pasaje” sea dañino para las vértebras cervicales, torácicas, lumbares, para el sacro y hasta para el cóccix, porque los asientos carecen de respaldo. Las unidades están rotuladas con leyendas como: “No viaje en el estribo”, “Pague al subir”, “estudiantes sin credencial pagan boleto completo” y la mas intrigante de todas: “No escupir” (¿?) todas ellas escritas con las mas inverosímiles faltas de ortografía. Nombres de mujeres con corazones entrelazados y frases cursis estilo: “No hay amor mas sincero que el de un pesero”, y claro a todo esto no pueden faltar los clásicos y además naquisimos pósters del América y de su sobrevaloradísimo y mega inflado “ídolo” Memo Ochoa, y si a todo esto le agregamos un equipo mediocre de sonido con bocinas de estero ochentero de casa, la calidad no importa, lo importante es que el volumen sea no solo alto, sino escandaloso.

Cuando abordas la “pesera” lo primero que puedes notar es la música a un volumen insoportable, si viajas con un acompañante es prácticamente imposible entablar una conversación, sencillamente por que no puedes escuchar a tu compañero, entonces te tienes que conformar con escuchar la música que el chofer convertido en DJ programa para el lindo camino. Hacen un recorrido musical por todos los interpretes de musica popular norteña que existen desde Rigo Tovar hasta Beto Quintanilla (insoportables ambos).

Ya en la ruta estos kamikazes del volante pueden presumir de una puntería de apache, tienen el honor de presumir que le atinan a todos y cada uno de los mil trescientos cuarenta y cinco baches que hay en su camino y todos ellos a por lo menos 100 kilómetros por hora, les juro que es para Guiness, entre tanto todos los pasajeros sufren de un zarandeo monumental, mujeres y niños primero, claro esta.

Lo peor es que estas parodias de transporte colectivo no tienen ningún respeto por los usuarios, no les importa si los niños y los ancianos no alcanzan los pasamanos ( osea los tubos oxidados que estan en el cielo de la unidad) para sujetarse, no les importa modernizar sus unidades, no les importa nada que no sean los 5 pesos que pagamos. Un precio muy alto, comparado con ciudades como el DF, Guadalajara y Monterrey, donde subirte al transporte colectivo apenas llega a los 4 pesos, y los sistemas de tren urbano como el metro apenas cuesta: 2 pesos.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

No hay conciencia, no hay cultura esa es la realidad...

Anónimo dijo...

Esta bueno tu articulo, me hiciste recordar cada segundo del insufrible viaje en una pecera. Pero olvidaste recordar a los peceros que se creen que traen una disco ambulante que hasta luces y codigos les ponen (sin mencionar la musica disco de los 90' y sobre todo el reggeton)Y qeu me dices de los choferes que suben camaradas nadamas para ir pendejando y azorrillar a cuanta señorita sube. neta esta gacho a veces uno prefiere andar a pie.

Anónimo dijo...

simón, ya no agregue algunas cosas por lo mismo del espacio, por ejemplo, sabias que en las noches la hacen de burdeles ambulantes, subiendo a sus compas y levantando putitas por todo el centro??'

manchados..